Consejos para evitar el dolor de oídos al viajar avión
Durante un viaje en avión, la presión interior del aire de éste puede descender hasta unas cifras cercanas a una altura de 2.500 metros, lo que usualmente puede provocar un acusado dolor de oídos en algunos pasajeros.
Dicho dolor se produce debido a la descompensación de presión entre el oído medio y la del propio entorno.
Los mayores problemas se encuentran en el momento del aterrizaje, cuando la diferencia de presión puede afectar al tímpano y provocar el citado dolor de oídos. Sin embargo, hay varios métodos con los que se pueden evitar en la medida de lo posible estos efectos.
El primero y probablemente más eficaz es la conocida como ‘maniobra de Valsalva’: taponarse la nariz con los dedos y, a continuación, exhalar con fuerza manteniendo la boca cerrada. Con ello conseguimos aumentar la presión en la trompa de Eustaquio y el oído medio.
Otra de las ideas más utilizadas por los viajeros es la de mascar chicle durante los momentos críticos, como el aterrizaje, ya que el movimiento llevado a cabo facilita la compensación de la presión.
También se puede “provocar el bostezo” para activar los músculos que abren la trompa de Eustaquio. Relacionado con esto último está la idea de evitar dormir durante la última parte del vuelo, debido a que durante el sueño la regulación de las presiones internas es menor.
Si después de todos estos consejos aún sientes dolores y tus oídos continúan bloqueados tras viajar en avión, es recomendable acudir a un otorrinolaringólogo. En nuestro Instituto serás atendido por los mejores profesionales especializados.